3 Aun el gorrión ha hallado casa, Y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos: ¡Tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío y Dios mío!
4 ¡Cuán bienaventurados son los que moran en Tu casa! Continuamente Te alaban. (Selah)
5 ¡Cuán bienaventurado es el hombre cuyo poder está en Ti, En cuyo corazón están los caminos a Sion !
6 Pasando por el Valle de Baca (de Lágrimas) lo convierten en manantial, También las lluvias tempranas lo cubren de bendiciones.
7 Van de poder en poder, Cada uno de ellos comparece ante Dios en Sion.
8 ¡Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, oye mi oración; Escucha, oh Dios de Jacob! (Selah)
9 Mira, oh Dios, escudo nuestro, Y contempla el rostro de Tu ungido.