49 ¿Dónde están, Señor, Tus misericordias de antes, Que en Tu fidelidad juraste a David?
50 Recuerda, Señor, el oprobio de Tus siervos; Cómo llevo dentro de mí el oprobio de muchos pueblos,
51 Con el cual Tus enemigos, oh SEÑOR, han injuriado, Con el cual han injuriado los pasos de Tu ungido.
52 ¡Bendito sea el SEÑOR para siempre! Amén y amén.