3 Cuando mis enemigos retroceden, Tropiezan y perecen delante de Ti.
4 Porque Tú has mantenido mi derecho y mi causa; Te sientas en el trono juzgando con justicia.
5 Has reprendido a las naciones, has destruido al impío, Has borrado su nombre para siempre.
6 El enemigo ha llegado a su fin en desolación eterna, Y Tú has destruido sus ciudades; Su recuerdo ha perecido con ellas.
7 Pero el SEÑOR permanece para siempre; Ha establecido Su trono para juicio,
8 Y juzgará al mundo con justicia; Con equidad ejecutará juicio sobre los pueblos.
9 El SEÑOR será también baluarte para el oprimido, Baluarte en tiempos de angustia.