8 Por lo cual les ruego que reafirmen su amor hacia él.
9 Pues también con este fin les escribí, para ponerlos a prueba y ver si son obedientes en todo.
10 Pero a quien perdonen algo, yo también lo perdono. Porque en verdad, lo que yo he perdonado, si algo he perdonado, lo hice por ustedes en presencia de Cristo (el Mesías),
11 para que Satanás no tome ventaja sobre nosotros, pues no ignoramos sus planes.
12 Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, y se me abrió una puerta en el Señor,
13 no tuve reposo en mi espíritu al no encontrar a Tito, mi hermano. Despidiéndome, pues, de ellos, salí para Macedonia.
14 Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta la fragancia de Su conocimiento en todo lugar.