1 Entonces, después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también a Tito.
2 Subí por causa de una revelación y les presenté el evangelio que predico entre los Gentiles, pero lo hice en privado a los que tenían alta reputación, para asegurarme de que no corría ni había corrido en vano.
3 Pero ni aun Tito, que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse, aunque era Griego.
4 Y esto fue por causa de los falsos hermanos introducidos secretamente, que se habían infiltrado para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de someternos a esclavitud,