7 "Pero interviniendo el comandante Lisias, con gran violencia lo quitó de nuestras manos,
8 mandando a sus acusadores que vinieran a usted. Si usted mismo lo interroga sobre todo lo que he dicho, podrá confirmar las cosas de que lo acusamos."
9 Los Judíos se unieron también a la acusación, asegurando que, efectivamente, así era todo.
10 Después que el gobernador le hizo una señal para que hablara, Pablo respondió: "Sabiendo que por muchos años usted ha sido juez de esta nación, con gusto presento mi defensa,
11 puesto que usted puede comprobar el hecho de que no hace más de doce días que subí a Jerusalén a adorar.
12 "Y ni en el templo, ni en las sinagogas, ni en la ciudad misma me encontraron discutiendo con nadie o provocando un tumulto.
13 "Ni tampoco pueden probar de lo que ahora me acusan.