23 Cuando quedaron en libertad, fueron a los suyos y les contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho.
24 Al oír ellos esto, unánimes alzaron la voz a Dios y dijeron: "Oh, Señor, Tú eres el que HICISTE EL CIELO Y LA TIERRA, EL MAR Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY,
25 el que por el Espíritu Santo, por boca de nuestro padre David, Tu siervo, dijiste: '¿POR QUE SE ENFURECIERON LOS GENTILES (LAS NACIONES), Y LOS PUEBLOS TRAMARON COSAS VANAS?
26 SE PRESENTARON LOS REYES DE LA TIERRA, Y LOS GOBERNANTES SE JUNTARON A UNA CONTRA EL SEÑOR Y CONTRA SU CRISTO (EL MESIAS, EL UNGIDO).'
27 "Porque en verdad, en esta ciudad se unieron tanto Herodes (Antipas) como Poncio Pilato, junto con los Gentiles y los pueblos de Israel, contra Tu santo Siervo (Hijo) Jesús, a quien Tú ungiste,
28 para hacer cuanto Tu mano y Tu propósito habían predestinado que sucediera.
29 "Ahora, Señor, considera sus amenazas, y permite que Tus siervos hablen Tu palabra con toda confianza,