1 Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una propiedad,
2 y se quedó con parte del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo la otra parte, la puso a los pies de los apóstoles.
3 Pero Pedro dijo: "Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con parte del precio del terreno?
4 "Mientras estaba sin venderse, ¿no te pertenecía? Y después de vendida, ¿no estaba bajo tu poder? ¿Por qué concebiste (pusiste) este asunto en tu corazón? No has mentido a los hombres sino a Dios."
5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró; y vino un gran temor sobre todos los que lo supieron.
6 Entonces los jóvenes se levantaron y lo cubrieron, y sacándolo, le dieron sepultura.