5 Su madre dijo a los que servían: "Hagan todo lo que El les diga."
6 Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los Judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros (unos 100 litros).
7 Jesús les dijo: "Llenen de agua las tinajas." Y las llenaron hasta el borde.
8 Entonces les dijo: "Saquen ahora un poco y llévenlo al mayordomo." Y se lo llevaron.
9 El mayordomo probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde era, pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían. Entonces el mayordomo llamó al novio,
10 y le dijo: "Todo hombre sirve primero el vino bueno, y cuando ya han tomado bastante, entonces el inferior; pero tú has guardado hasta ahora el vino bueno."
11 Este principio de Sus señales (milagros) hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó Su gloria, y Sus discípulos creyeron en El.