14 Jesús, hablando a la higuera, le dijo: "Nunca jamás coma nadie fruto de ti." Y Sus discípulos le estaban escuchando.
15 Llegaron a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas,
16 y no permitía que nadie transportara objeto alguno a través del templo.
17 Y les enseñaba, diciendo: "¿No está escrito: 'MI CASA SERA LLAMADA CASA DE ORACION PARA TODAS LAS NACIONES'? Pero ustedes la han hecho CUEVA DE LADRONES."
18 Los principales sacerdotes y los escribas oyeron esto y buscaban cómo destruir a Jesús, pero Le tenían miedo, pues toda la multitud estaba admirada de Su enseñanza.
19 Cuando atardecía, Jesús y Sus discípulos solían salir fuera de la ciudad.
20 Por la mañana, cuando pasaban, vieron la higuera seca desde las raíces.