29 pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo no tiene jamás perdón, sino que es culpable de pecado eterno."
30 Porque decían: "Tiene un espíritu inmundo."
31 Entonces llegaron Su madre y Sus hermanos, y quedándose afuera, mandaron a llamar a Jesús.
32 Y había una multitud sentada alrededor de El, y Le dijeron: "Tu madre y Tus hermanos están afuera y Te buscan."
33 "¿Quiénes son Mi madre y Mis hermanos?" les dijo Jesús.
34 Y mirando a los que estaban sentados en círculo alrededor de El, dijo: "Aquí están Mi madre y Mis hermanos.
35 "Porque cualquiera que hace la voluntad de Dios, ése es Mi hermano, y hermana y madre."