24 Y levantando la vista, dijo: "Veo a los hombres, pero los veo como árboles que caminan."
25 Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y veía todo con claridad.
26 Y lo envió a su casa diciendo: "Ni aun en la aldea entres."
27 Jesús salió con Sus discípulos a las aldeas de Cesarea de Filipo; y en el camino preguntó a Sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que soy Yo?"
28 Le respondieron: "Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, uno de los profetas."
29 El les preguntó de nuevo: " Pero ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?" "Tú eres el Cristo (el Mesías)," Le respondió Pedro.
30 Y Jesús les advirtió severamente que no hablaran de El a nadie.