1 Hay otra grave desgracia para el ser humano que he observado bajo el sol:
2 alguien a quien Dios da bienes, riqueza y honores sin que le falte nada de cuanto pueda desear, pero al que Dios no le concede comer de ello, porque un extraño lo devora. Esto es pura ilusión y gran desgracia.
3 Si alguien tiene cien hijos y vive muchos años, por muy larga que sea su vida, si no disfruta de felicidad y ni siquiera tiene una sepultura, yo digo que un aborto es más afortunado que él.
4 Pues en un soplo vino, en la oscuridad se va y su recuerdo queda oculto en las tinieblas.