24 te construiste un prostíbulo y en todas las plazas te hiciste una plataforma.
25 Erigiste tu plataforma en los cruces de todos los caminos, deshonrando tu hermosura, y te abrías de piernas a todo el que pasaba, agravando así tu conducta de prostituta.
26 Te prostituiste con los egipcios, esos vecinos tuyos de enormes genitales, y agravaste tu conducta de prostituta con ánimo de provocarme.
27 Entonces extendí mi mano contra ti, reduje tu ración y te puse a merced de tus enemigas las filisteas, que se avergonzaron de tu conducta inmoral.
28 Te prostituiste con los asirios, pues por lo visto no habías tenido suficiente, y aun así no te hartaste.
29 Agravaste tu conducta de prostituta en tierra de comerciantes, en Caldea; y ni aun así te hartaste.
30 ¡Qué enfebrecido tiene que estar tu corazón —oráculo del Señor Dios— para hacer todas estas cosas, acciones propias de una prostituta empecinada,