12 Comerás pan de cebada, que cocerás delante de ellos sobre excrementos humanos.
13 Y añadió el Señor:—De este modo, los israelitas comerán un pan impuro en los países por donde pienso dispersarlos.
14 Yo dije:—¡Ay, Señor mi Dios! Date cuenta que mi boca no ha probado nada impuro, que no he comido carne de animal encontrado muerto o despedazado, que desde mi juventud no he probado carne en malas condiciones.
15 Me respondió:—Mira, te voy a permitir que utilices boñigas de vaca en lugar de excrementos humanos para que cuezas sobre ellas tu pan.
16 Y añadió:—Hijo de hombre, voy a recortar el suministro de pan en Jerusalén. Comerán el pan tasado y con miedo; y beberán el agua racionada y con angustia.
17 De ese modo, al faltarles el pan y el agua, se mirarán entre sí espantados al ver que se consumen por su propia culpa.