24 Al despedirse José de sus hermanos, cuando estos ya partían, les dijo:—No discutáis por el camino.
25 Ellos salieron de Egipto y llegaron a la tierra de Canaán, donde se encontraba su padre Jacob,
26 y le comunicaron la noticia:—José vive y es gobernador de todo Egipto.Pero Jacob ni se inmutó, porque no les creía.
27 Solo cuando ellos le repitieron palabra por palabra lo que les dijo José y vio los carros que José enviaba para llevarlo [a Egipto], recobró la ilusión.
28 Israel entonces exclamó:—¡Esto me basta! José, mi hijo, vive todavía. Iré y lo veré antes de morir.