1 Por aquel tiempo enfermó gravemente Ezequías. El profeta Isaías, hijo de Amós, fue a visitarlo y le dijo:—Así dice el Señor: Pon en orden tus asuntos, pues vas a morir; no te curarás.
2 Ezequías se volvió cara a la pared y oró al Señor
3 con estas palabras:—¡Ay, Señor! Recuerda que me he comportado con fidelidad y rectitud en tu presencia, haciendo lo que te agrada.Y rompió a llorar a lágrima viva.
4 El Señor volvió a hablar a Isaías:
5 —Anda y di a Ezequías: «Así dice el Señor, Dios de tu antepasado David: He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Pues bien, alargaré tu vida otros quince años.
6 Os libraré a ti y a esta ciudad de caer en poder del rey de Asiria y seré el escudo protector de esta ciudad.
7 Y esta será la señal de que el Señor cumplirá la promesa que te ha hecho: