23 Los israelitas* se reunieron en Betel y estuvieron llorando delante del Señor hasta la tarde. Luego consultaron al Señor si debían volver a combatir contra su hermano Benjamín. El Señor les respondió:—Subid contra él.
22 El ejército de Israel se reorganizó y volvió a presentar batalla en el mismo lugar que el primer día.
24 El segundo día los israelitas se aproximaron a los de Benjamín;
25 pero también aquel día Benjamín les salió al encuentro desde Guibeá y volvió a dejar tendidos por tierra a dieciocho mil israelitas; todos ellos hábiles en el manejo de la espada.
26 Entonces todos los israelitas se reunieron de nuevo en Betel; se quedaron allí sentados todo el día llorando delante del Señor, ayunando hasta la tarde y ofreciendo al Señor holocaustos y sacrificios de comunión.
27 Consultaron luego al Señor, pues el Arca de la alianza de Dios se encontraba allí,
28 y Finés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba entonces a su servicio. Preguntaron:—¿He de volver a combatir contra mi hermano Benjamín o debo desistir?El Señor respondió:—Subid, porque mañana lo entregaré en vuestras manos.