17 Yo descenderé y hablaré allí contigo; tomaré parte del espíritu que hay en ti y se lo infundiré a ellos; así compartirán contigo la carga del pueblo y no tendrás que llevarla tú solo.
18 Y al pueblo le dirás: «Purificaos para mañana pues vais a comer carne. Vuestras quejas han llegado a oídos del Señor cuando decíais: “¡Quién nos diera carne para comer! ¡Ciertamente nos iba mejor en Egipto!”. Pues bien, el Señor os dará carne, y comeréis.
19 No comeréis un día, ni dos, ni cinco, ni diez, ni veinte,
20 sino durante un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis; así será por cuanto rechazasteis al Señor que está en medio de vosotros al quejaros ante él, diciendo: “¿Para qué habremos salimos de Egipto?”».
21 Entonces dijo Moisés:—El pueblo en medio del cual estoy suma seiscientos mil hombres de a pie y sin embargo tú dices: ¡Les daré suficiente carne para comer durante un mes entero!
22 ¿Acaso hay suficientes ovejas y bueyes que puedan ser degollados? ¿Es posible juntar para ellos todos los peces del mar para que tengan bastante?
23 El Señor respondió a Moisés:—¿Es que tiene un límite el poder del Señor? Enseguida verás si lo que te he dicho se cumple o no.