21 Ellos le preguntaron:— Entonces, ¿qué? ¿Eres acaso Elías?Juan respondió:— Tampoco soy Elías.— ¿Eres, entonces, el profeta que esperamos?Contestó:— No.
22 Ellos le insistieron:— Pues, ¿quién eres? Debemos dar una respuesta a los que nos han enviado. Dinos algo sobre ti.
23 Juan, aplicándose las palabras del profeta Isaías, contestó:— Yo soy la voz del que proclama en el desierto: «¡Allanad el camino del Señor!».
24 Los miembros de la comisión, que eran fariseos,
25 lo interpelaron diciendo:— Si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta esperado, ¿qué títulos tienes para bautizar?
26 Juan les respondió:— Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros hay uno a quien no conocéis;
27 uno que viene después de mí, aunque yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de su calzado.