44 ¡Ay de vosotros, que sois como sepulcros ocultos a la vista, sobre los que pisa la gente sin saberlo!
45 Uno de los doctores de la ley le contestó:— Maestro, diciendo esto nos ofendes también a nosotros.
46 Pero Jesús continuó:— ¡Ay también de vosotros, doctores de la ley, que cargáis a los demás con cargas insoportables que vosotros mismos no estáis dispuestos a tocar ni siquiera con un dedo!
47 ¡Ay de vosotros, que construís monumentos funerarios en memoria de los profetas asesinados por vuestros propios antepasados!
48 De este modo demostráis estar de acuerdo con lo que ellos hicieron, porque ellos asesinaron a los profetas y vosotros construís los monumentos funerarios.
49 Por eso, Dios ha dicho sabiamente: «Les enviaré mensajeros y apóstoles; a unos matarán y a otros perseguirán».
50 Pero Dios va a pedir cuentas a esta gente de hoy de la sangre de todos los profetas que han sido asesinados desde el principio del mundo hasta este momento: