11 Jesús les contestó:— Es cierto que Elías ha de venir y ha de ponerlo todo en orden.
12 Pero yo os aseguro que Elías ya vino, aunque ellos no lo reconocieron, sino que lo maltrataron a su antojo. Y el Hijo del hombre va a sufrir de la misma manera a manos de ellos.
13 Entonces los discípulos cayeron en la cuenta de que Jesús estaba refiriéndose a Juan el Bautista.
14 Cuando volvieron a donde estaba la gente, un hombre se acercó a Jesús y, puesto de rodillas delante de él,
15 le dijo:— Señor, ten compasión de mi hijo. Le dan ataques que le hacen sufrir lo indecible y muchas veces se arroja al fuego o al agua.
16 Lo he traído a tus discípulos, pero no han podido sanarlo.
17 Jesús exclamó:— ¡Gente incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo habré de estar entre vosotros? ¿Hasta cuándo tendré que soportaros? Traedme aquí al muchacho.