23 Luego dijo al cocinero:—Tráete la ración que te di y que te encargué que guardaras.
24 El cocinero sacó una pierna entera y se la sirvió a Saúl. Samuel le dijo:—Ahí tienes lo que estaba reservado: sírvete y come, pues se te había guardado para este momento cuando invité a la gente.Y Saúl comió aquel día con Samuel.
25 Luego bajaron del santuario a la aldea, prepararon a Saúl un lecho en la terraza
26 y se acostó. Al amanecer, Samuel llamó a Saúl, diciéndole:—Levántate, que voy a despedirte.Saúl se levantó y los dos salieron a la calle.
27 Cuando bajaban por las afueras de la aldea, Samuel dijo a Saúl:—Di a tu criado que nos adelante. Y tú espera un momento, que tengo que comunicarte la palabra de Dios.