7 En aquella ocasión el profeta Jananí se presentó ante Asá, rey de Judá, y le dijo:—Por haberte apoyado en el rey de Aram, en vez de apoyarte en el Señor tu Dios, el ejército del rey de Aram se te ha escapado.
8 Recuerda que los cusitas y los libios tenían un gran ejército con numerosos carros y caballos; y sin embargo, el Señor los entregó en tu poder, porque te apoyaste en él.
9 El Señor recorre toda la tierra con su mirada para fortalecer a los que le son plenamente fieles. Pero tú, en esta ocasión, has perdido la cabeza. Por eso, a partir de ahora tendrás guerras.
10 Asá se indignó con el profeta y lo metió en la cárcel, enfurecido por sus palabras. Por aquella época Asá también reprimió duramente a algunos ciudadanos.
11 La historia de Asá, de principio a fin, está escrita en el libro de los Reyes de Judá e Israel.
12 El año trigésimo noveno de su reinado, Asá enfermó gravemente de gota, pero tampoco en la enfermedad acudió al Señor, sino a los médicos.
13 Asá murió el año cuadragésimo primero de su reinado y descansó con sus antepasados.