11 ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que ha dado al rey David un hijo sabio, prudente e inteligente, capaz de edificar un Templo al Señor y un palacio real para sí mismo!
12 Te envío a Jirán Abí, hombre experto e inteligente,
13 hijo de madre danita y de padre tirio, especialista en oro, plata, bronce y hierro; en piedra y madera; en tintas color púrpura, azul, carmesí y en lino blanco; especialista también en toda clase de grabados y capaz de ejecutar cualquier proyecto que se le encargue, junto con tus maestros y los de mi señor, tu padre David.
14 Envía, pues, a tus servidores el trigo, la cebada, el aceite y el vino que has prometido,
15 y nosotros cortaremos toda la madera del Líbano que necesites y te la llevaremos en balsas a Jafa por mar, para que tú la transportes a Jerusalén».
16 Salomón hizo el censo de todos los extranjeros residentes en territorio israelita, después del censo que hizo su padre David; había un total de ciento cincuenta y tres mil seiscientos.
17 De ellos empleó a setenta mil como cargadores, a ochenta mil como canteros y a tres mil seiscientos como capataces encargados del trabajo del personal.