6 lo que hizo con Datán y Abirán, hijos de Eliab el rubenita, cuando, en presencia de todo Israel, la tierra abrió sus fauces y se los tragó con sus familias, sus tiendas, y todos los bienes que tenían.
7 Me dirijo, pues, a ustedes que han sido testigos de las grandes hazañas que ha hecho el Señor.
8 Cumplan todos los mandamientos que yo les prescribo hoy: solamente así serán lo suficientemente fuertes para conquistar la tierra a la que están a punto de entrar para tomarla en posesión.
9 Así prolongarán sus días en la tierra que el Señor juró dar a sus antepasados y a su descendencia, tierra que mana leche y miel.
10 La tierra a la que te diriges para tomar posesión de ella no es como la tierra de Egipto, de la que salieron; allí ustedes plantaban la semilla y tenían que regarla con la ayuda del pie, como se riegan las hortalizas del huerto.
11 La tierra a la que están a punto de entrar para tomar posesión de ella es un territorio de montes y valles regados por la lluvia del cielo;
12 es una tierra que está bajo el cuidado constante del Señor tu Dios, que no aparta sus ojos de ella en ningún momento del año.