1 Después de algún tiempo, el rey Asuero, con el ánimo ya calmado, pensó en Vasti, en lo que esta había hecho y en lo que se había decretado contra ella.
2 Entonces los consejeros del rey le hicieron esta propuesta:—Estaría bien buscar para el rey muchachas vírgenes y hermosas.
3 El rey puede nombrar delegados en cada una de las provincias de su reino, con el encargo de reunir a todas esas jóvenes vírgenes y hermosas en el harén de la ciudadela de Susa; luego serán puestas al cuidado de Hegeo, el eunuco real guardián del harén, quien les proporcionará cosméticos.
4 La muchacha que más agrade al rey puede ocupar el puesto de Vasti.La propuesta agradó al rey, y se llevó a cabo.
5 En la ciudadela de Susa vivía un judío llamado Mardoqueo, hijo de Jaír y descendiente de Simeí y de Quis, de la tribu de Benjamín.
6 Era uno de los muchos que el rey Nabucodonosor de Babilonia había llevado cautivos de Jerusalén junto con Jeconías, rey de Judá.