21 y añadan: «Tu siervo Jacob viene detrás de nosotros».Porque Jacob pensaba: «Es posible que los regalos que le vayan llegando lo apacigüen y así, cuando me presente ante él, tal vez me reciba amistosamente».
22 Envió, pues, los regalos por delante, mientras él se quedó a pasar la noche en el campamento.
23 Aquella misma noche, Jacob se levantó, tomó a sus dos mujeres junto con sus dos criadas y sus once hijos, y los hizo cruzar el vado del río Yaboc.
24 Los hizo pasar al otro lado del río llevando consigo todo lo que tenía.
25 Y se quedó Jacob solo. Entonces un desconocido luchó con él hasta despuntar el alba.
26 Viendo el desconocido que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la coyuntura de la cadera, y esta parte quedó dislocada mientras luchaban.
27 Y el desconocido le dijo:—Suéltame, que ya despunta el alba.Y Jacob respondió:—No te soltaré hasta que me bendigas.