19 Dijeron los dignatarios a Baruc:—Vete y ocúltate junto con Jeremías, y que nadie sepa dónde están.
20 Después acudieron al rey, por el patio interior, tras haber guardado el rollo en la sala de Elisamá, el canciller, y contaron al rey todo lo sucedido.
21 El rey mandó a Jehudí en busca del rollo. Lo trajo de la sala del canciller Elisamá y lo leyó ante el rey y todos los dignatarios que se ponían junto al rey.
22 Como era el mes noveno, el rey estaba en la residencia de invierno, y tenía delante un brasero encendido.
23 Cada vez que Jehudí leía tres o cuatro columnas del rollo, el rey hacía un corte con el cortaplumas del canciller y tiraba al brasero la parte ya leída, hasta que todo el rollo acabó en el fuego del brasero.
24 Pero el rey y los ministros que escuchaban aquel texto ni se asustaron ni rasgaron sus vestiduras.
25 Elnatán, Delaías y Guemarías habían insistido al rey pidiéndole que no quemara el rollo, pero no les había hecho caso.