1 Cuando se ofrece al Señor un sacrificio de comunión* con ganado mayor, sea macho o hembra, el animal no deberá tener defecto alguno.
2 El oferente pondrá su mano sobre la cabeza del animal ofrecido y lo degollará a la entrada de la Tienda del encuentro; luego los sacerdotes aaronitas rociarán con sangre los lados del altar.
3 De la víctima, pasada por el fuego como sacrificio de comunión, se reservará para el Señor la grasa que cubre las vísceras, toda la grasa que está sobre las entrañas,
4 los dos riñones con su grasa, la grasa de los lomos y el lóbulo del hígado que se extraerá junto con los riñones.