7 y te hemos ofendido gravemente no observando los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a tu siervo Moisés.
8 Recuerda, por favor, lo que prometiste a tu siervo Moisés diciendo: «Si pecan, los dispersaré entre los pueblos;
9 pero si se arrepienten, guardan mis mandamientos y los llevan a la práctica, aunque se encuentren dispersos en el último rincón del mundo, de allí los juntaré y los traeré hasta el lugar que escogí para que en él more mi nombre».
10 Ellos, tus siervos y tu pueblo, son los que redimiste con tu gran poder y mano poderosa.
11 Escucha, Señor, la oración de tu siervo y la plegaria de tus servidores que solo desean honrar tu nombre. Concede hoy éxito a tu siervo haciendo que sea bien acogido por el rey*.Por aquel tiempo era yo copero del rey.