33 Cuando la burra me vio, se desvió por mi causa estas tres veces. De no haberse desviado, yo te hubiera matado a ti, dejándola a ella viva.
34 Entonces Balaán dijo al ángel del Señor:—He pecado al no saber que eras tú quien te interponías en mi camino. Si el viaje te sigue pareciendo mal, regresaré de inmediato.
35 Pero el ángel del Señor dijo a Balaán:—Vete con esos hombres; pero solo dirás lo que yo te ordene.Marchó, pues, Balaán con los dignatarios de Balac.
36 Y cuando Balac oyó que venía Balaán, salió a recibirlo a Ir Moab, ciudad que está junto a la frontera del Arnón, en el límite de su territorio.
37 Balac dijo a Balaán:—¿Por qué no viniste cuando te mandé llamar por primera vez? ¿Acaso no está en mi mano recompensarte?
38 A lo que Balaán respondió:—Y ahora que he venido a ti, ¿podré decir lo que quiera? ¡Pues no! Solo podré pronunciar las palabras que Dios ponga en mi boca.
39 Acompañó Balaán a Balac hasta Quiriat-Jus