6 Jesucristo ha venido con agua y sangre; no solo con el agua, sino con el agua y la sangre. Y el Espíritu, que es la verdad, da testimonio de esto.
7 Porque los testigos son tres:
8 el Espíritu, el agua y la sangre. Y los tres están de acuerdo.
9 Nosotros aceptamos testimonios humanos; pues bien, el testimonio de Dios es mucho más digno de crédito y consiste en haber declarado a favor de su Hijo.
10 Por eso, si creemos en el Hijo de Dios, es que hemos aceptado el testimonio de Dios. Pero quien no se fía de Dios ni presta crédito al testimonio que él ha dado en favor de su Hijo, está acusando a Dios de mentiroso.
11 Y lo que se testifica es que Dios nos ha dado la vida eterna y que esa vida está en su Hijo.
12 Quien vive unido al Hijo, tiene la vida; quien no vive unido al Hijo de Dios, no tiene la vida.