2 que juzga con justicia y con verdad.Él ha condenado a la gran prostituta,la que con su lujuria corrompía la tierra.Ha vengado así en ellala sangre de sus servidores.
3 Y el coro celestial repetía:—¡Aleluya!El humo de su hoguerasigue subiendo por siempre.
4 Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes cayeron, entonces, rostro en tierra y, adorando a Dios, que está sentado en el trono, decían:—¡Amén! ¡Aleluya!
5 Salió también del trono una voz que decía:—Alaben a nuestro Diostodos cuantos le sirven y veneran,humildes y poderosos.
6 Oí luego algo parecido a la voz de una muchedumbre inmensa, al rumor de aguas caudalosas, al retumbar de truenos fragorosos. Proclamaban:—¡Aleluya!El Señor Dios nuestro, dueño de todo,ha establecido su reinado.
7 Alegrémonos y gocémonosy ensalcemos su grandeza,porque ha llegado el momentode las bodas del Cordero.¡Está su esposa engalanada,
8 vestida de lino finísimoy deslumbrante de blancura!El lino que representalas buenas acciones de los consagrados a Dios.