7 Alegrémonos y gocémonosy ensalcemos su grandeza,porque ha llegado el momentode las bodas del Cordero.¡Está su esposa engalanada,
8 vestida de lino finísimoy deslumbrante de blancura!El lino que representalas buenas acciones de los consagrados a Dios.
9 Alguien me dijo:—Escribe: «Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero».Y añadió:—Palabras verdaderas de Dios son estas.
10 Me postré entonces a sus pies con intención de adorarlo, pero él me dijo:—¿Qué haces? Yo soy un simple servidor como tú y tus hermanos, los que dan testimonio de Jesús. A Dios debes adorar. (Y es que tener espíritu profético y dar testimonio de Jesús es una misma cosa.)
11 Vi luego el cielo abierto y un caballo blanco, cuyo jinete, llamado «Fiel» y «Veraz», juzga con justicia y se dispone a combatir.
12 Sus ojos son como llamas de fuego, múltiples diademas ciñen su cabeza y lleva un nombre escrito que solo él es capaz de descifrar.
13 Viste un manto empapado en sangre y su nombre es «La Palabra de Dios».