23 Espero poder enviárselo tan pronto como vea claro el curso que toman mis cosas.
24 Y confío en que también yo, con la ayuda del Señor, iré pronto a visitarlos.
25 Entre tanto, me ha parecido necesario enviarles al hermano Epafrodito, colaborador y compañero mío de lucha, que vino como embajador de ustedes con la misión de socorrerme.
26 Los echaba mucho de menos y estaba inquieto sabiendo que se habían enterado de su enfermedad.
27 Es cierto que estuvo enfermo y a las puertas de la muerte; pero Dios se apiadó de él, y no solo de él, sino también de mí, no queriendo añadir más tristeza a mi tristeza.
28 Así que me he apresurado a enviárselo para que, al verlo de nuevo, recobren ustedes su alegría y disminuya mi preocupación.
29 Acójanlo, pues, en el Señor, con alegría y estimen a quienes se portan como él;