16 Pablo se levantó y, haciendo con la mano ademán de silencio, comenzó así:—Escúchenme, israelitas, y ustedes los que, sin serlo, rinden culto a Dios.
17 El Dios del pueblo de Israel escogió a nuestros antepasados, engrandeció a este pueblo durante su estancia en Egipto y lo sacó de allí con su gran poder.
18 Los soportó durante cerca de cuarenta años en el desierto,
19 y aniquiló siete naciones en el territorio de Canaán con el fin de entregárselo como herencia a los israelitas.
20 Todo esto duró unos cuatrocientos cincuenta años. Después los guió por medio de caudillos hasta la época del profeta Samuel.
21 Luego solicitaron un rey y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis. Era Saúl miembro de la tribu de Benjamín, y reinó durante cuarenta años.
22 Después Dios lo destituyó y les puso como rey a David, acerca del cual manifestó: He encontrado que David, hijo de Jesé, es un hombre de mi agrado, que cumplirá todo cuanto quiero.