39 Nadie llegó a sospechar nada hasta que el diluvio los barrió a todos. Lo mismo será cuando venga el Hijo del hombre.
40 Dos hombres estarán entonces trabajando en el campo; a uno se lo llevarán y dejarán al otro.
41 Dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y dejarán a la otra.
42 Esten, pues, vigilantes, ya que no saben en qué día vendrá el Señor.
43 Piensen que si el amo de la casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, vigilaría para impedir que le perforen la casa.
44 Así pues, estén también ustedes preparados, porque cuando menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre.
45 Pórtense como el criado fiel e inteligente a quien su amo pone al frente de la servidumbre para que les tenga la comida dispuesta a su hora.