32 Cuando salían, encontraron a un tal Simón, natural de Cirene, y lo obligaron a cargar con la cruz de Jesús.
33 Llegados al lugar llamado Gólgota (o sea, lugar de la Calavera),
34 ofrecieron a Jesús vino mezclado con hiel; pero él, después de probarlo, no quiso beberlo.
35 Los que lo habían crucificado se repartieron sus ropas echándolas a suertes,
36 y se quedaron allí sentados para vigilarlo.
37 Por encima de la cabeza de Jesús fijaron un letrero con la causa de su condena; decía: «Este es Jesús, el rey de los judíos».
38 Al mismo tiempo que a Jesús, crucificaron a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda.