13 A ver si aprenden lo que significa aquello de: Yo no quiero que me ofrezcan sacrificios, sino que sean compasivos. Yo no he venido a llamar a los buenos, sino a los pecadores.
14 Entonces se acercaron a Jesús los discípulos de Juan el Bautista y le preguntaron:—¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos tantas veces y, en cambio, tus discípulos no ayunan?
15 Jesús les contestó:—¿Pueden acaso estar tristes los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? Ya llegará el momento en que les faltará el novio; entonces ayunarán.
16 Nadie remienda un vestido viejo con una pieza de tela nueva, porque el remiendo tira de la tela, y el roto se hace mayor.
17 Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque los odres se revientan, se derrama el vino y se pierden los odres. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos, para que ambas cosas se conserven.
18 Mientras Jesús les estaba diciendo estas cosas, se le acercó un dignatario que, arrodillándose delante de él, le dijo:—Mi hija acaba de morir; pero si tú vienes y pones tu mano sobre ella, volverá a vivir.
19 Jesús se levantó y, seguido de sus discípulos, fue con él.