18-19 estos tres valientes se abrieron paso a través del campamento filisteo, sacaron agua del pozo y se la trajeron a David. Pero éste rehusó beberla, y la derramó como una ofrenda al SEÑOR y exclamó: «¡Que Dios me libre de beber esta agua! ¡Si la bebo, sería como beberme la sangre de estos hombres que arriesgaron su vida por complacerme!»