2 Todos eran expertos como arqueros y en el manejo de la honda y usaban su mano izquierda y derecha con la misma agilidad. Todos eran de la tribu de Benjamín, igual que el rey Saúl.
3-7 El jefe era Ajiezer y Joás hijos de Semá, de Guibeá.Los otros eran: Jeziel y Pélet, hijos de Azmávet; Beracá y Jehú, de Anatot; Ismaías, de Gabaón, que era uno de los treinta guerreros y jefe de ellos; Jeremías, Jahaziel, Johanán, Jozabad, de Guederá; Eluzay, Jerimot, Bealías, Semarías, Sefatías el harufita; Elcaná, Isías, Azareel, Joezer y Yasobeán (todos coreítas); Joelá y Zebadías, hijos de Jeroán, procedentes de Guedor.
8-15 Grandes y bravos guerreros de la tribu de Gad se unieron también a David en el desierto. Eran expertos en el uso del escudo y de la lanza. Eran hombres tan feroces como los leones, y tan veloces como los venados. Esta es la lista de ellos: Ezer, el jefe; Abdías, el segundo en mando; Eliab, tercero en mando; Mismaná, el cuarto; Jeremías, el quinto; Atay, el sexto; Eliel, el séptimo; Johanán, el octavo; Elzabad, el noveno; Jeremías, el décimo, y Macbanay, el undécimo. Estos hombres eran oficiales del ejército; el más débil valía por una tropa normal de cien soldados, y el más fuerte valía por mil.
16-17 Atravesaron el río Jordán, en el mes primero, que es cuando el río se desborda, e hicieron huir a todos los habitantes de los valles hacia el este y al oeste. También otros guerreros de las tribus de Benjamín y de Judá fueron a ver a David, cuando se hallaba en la fortaleza, y se le unieron. David salió al encuentro de ellos, y les dijo:—Si ustedes han venido a ayudarme, somos amigos; pero si han venido a traicionarme y a entregarme a mis enemigos, siendo yo inocente, entonces que el Dios de nuestros padres sea el que los juzgue.
18 Entonces el Espíritu vino sobre Amasay, dirigente de los Treinta, y por eso éste respondió:«¡Somos tuyos, David!¡Estamos a tu lado, hijo de Isaí!¡Paz, paz para ti,paz para todos los que te apoyan;porque tu Dios está contigo!»Por consiguiente, David los recibió y permitió que se unieran a él, y los nombró jefes de su ejército.
19-22 También algunos guerreros de la tribu de Manasés desertaron y se unieron a David, justamente cuando él, con los filisteos, se dirigía a pelear contra el rey Saúl. Entretanto, los príncipes filisteos se opusieron a que David y sus hombres fueran con ellos. Después de mucha deliberación los enviaron de regreso, por cuanto tenían desconfianza de que David y sus hombres desertaran y fueran a unirse a las filas del rey Saúl. Los siguientes son los guerreros de la tribu de Manasés que desertaron y se unieron a David cuando éste se dirigía a Siclag: Adnás, Jozabad, Jadiaiel, Micael, Jozabad, Eliú y Ziletay. Cada uno de ellos era oficial de alto rango de las tropas de Manasés, pues estaban a cargo de mil soldados. Eran guerreros bravos y capacitados, y ayudaban a David a combatir a sus enemigos. Más y más hombres se unían diariamente a David, hasta que llegó a tener un ejército muy poderoso, como un ejército de Dios.
23 A continuación está el registro de los hombres de guerra que se unieron a David en Hebrón. Estaban ansiosos de que David llegara a ser rey en lugar de Saúl, tal como el SEÑOR había dicho que ocurriría.