3-5 —¡Por supuesto! —contestó el rey Josafat—. Estoy contigo en todo. ¡Estaremos contigo en la batalla! Sin embargo, será bueno que primero lo pongamos a la consideración del SEÑOR.El rey Acab mandó a buscar a cuatrocientos de sus profetas paganos, y cuando éstos llegaron, les preguntó:—¿Iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o no?Y ellos aconsejaron:—¡Vayan a la guerra, porque Dios les dará una gran victoria!