21 Y esto es lo que el SEÑOR, decreta contra él:»“La virgen hija de Sión, no te tiene miedo. La hija de Jerusalén te desprecia y se burla de ti.
22 ¿A quién has desafiado e insultado? ¿Contra quién has levantado con soberbia la voz? ¡Es contra el Santo de Israel que lo has hecho!
23 Has dicho con jactancia: ‘Mis carros han conquistado las más altas montañas, ¡hasta la cúspide del Líbano! He cortado sus cedros más altos, he talado sus mejores cipreses, y he conquistado sus fronteras más lejanas.
24 Me he refrescado en los manantiales de los pueblos que he vencido, y he destruido la fortaleza de Egipto con sólo pasar por allí’.
25 »”¿No te has dado cuenta que desde hace mucho, yo, el SEÑOR, es quien te ha dejado hacer estas cosas? Yo ordené que conquistaras todas estas ciudades fortificadas.
26 Por eso, los pueblos que has conquistado no pudieron contra ti. Paralizados de terror y avergonzados, quedaron cual hierba del campo, cual césped tierno, como heno de los terrados que se marchita antes de la cosecha.
27 »”Yo sé todo de ti. Conozco todos tus planes y sé a dónde vas. Además, sé lo que has dicho en contra mía.