23 Has dicho con jactancia: ‘Mis carros han conquistado las más altas montañas, ¡hasta la cúspide del Líbano! He cortado sus cedros más altos, he talado sus mejores cipreses, y he conquistado sus fronteras más lejanas.
24 Me he refrescado en los manantiales de los pueblos que he vencido, y he destruido la fortaleza de Egipto con sólo pasar por allí’.
25 »”¿No te has dado cuenta que desde hace mucho, yo, el SEÑOR, es quien te ha dejado hacer estas cosas? Yo ordené que conquistaras todas estas ciudades fortificadas.
26 Por eso, los pueblos que has conquistado no pudieron contra ti. Paralizados de terror y avergonzados, quedaron cual hierba del campo, cual césped tierno, como heno de los terrados que se marchita antes de la cosecha.
27 »”Yo sé todo de ti. Conozco todos tus planes y sé a dónde vas. Además, sé lo que has dicho en contra mía.
28 Debido a tu arrogancia contra mí, voy a poner un garfio en tu nariz, y frenos en tu boca, y te haré regresar por el camino que viniste.
29 »”Y ésta es la prueba de que haré lo prometido:»”Este año mi pueblo comerá el trigo que saldrá espontáneamente, y lo usará como semilla para las siembras del próximo año; y en el tercer año tendrán una cosecha abundante.