27 Porque el SEÑOR había dicho: «Yo destruiré a Judá, de la manera que destruí a Israel, y desecharé a Jerusalén como ciudad escogida, y al templo del SEÑOR de la cual dije que sería el lugar donde yo habitaría».
28 El resto de la biografía de Josías está escrito en los Anales de los Reyes de Judá.
29 En aquellos días, el faraón Necao, rey de Egipto, atacó al rey de Asiria, en el Éufrates. Entonces el rey Josías salió con el propósito de cerrarle el paso a Necao, pero éste lo mató en Meguido.
30 Sus oficiales llevaron su cuerpo en un carro desde Meguido hasta Jerusalén, y lo sepultaron allí en la tumba que él había designado. Entonces el pueblo tomó a su hijo Joacaz y lo proclamó como rey de Judá, en lugar de su padre Josías.
31 Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar sobre Judá, y reinó sólo tres meses en Jerusalén. Su madre fue Jamutal, hija de Jeremías, de Libná.
32 Siguiendo el ejemplo de sus antepasados, Joacaz hizo lo que ofende al SEÑOR.
33 El faraón Necao lo encarceló en Riblá, que queda en la región de Jamat, para evitar que reinara en Jerusalén, e impuso un tributo contra Judá de tres mil trescientos kilos de plata y treinta y tres kilos de oro.