26 Los mismos que comían con él en su mesa provocarán su ruina, pues su ejército será derrotado por completo y muchos morirán en batalla.
27 Entonces los dos reyes estarán pensando en hacerse daño el uno al otro en la mesa de negociación, procurando engañarse mutuamente. Pero no importará, pues ninguno de los dos podrá tener éxito hasta que haya llegado el tiempo determinado por Dios.
28 El rey del norte regresará a su tierra con grandes riquezas, y en su camino se pondrá en contra de Israel, el pueblo del pacto sagrado. Llevará a cabo sus planes y luego volverá a su país.
29 »”Cuando llegue el momento, él invadirá otra vez el sur, pero ahora el resultado será diferente.
30 Los barcos de guerra de las costas del oeste lo harán huir de terror. Entonces el rey del norte descargará su odio contra el pueblo de Israel, premiando a los que abandonaron el pacto.
31 Su ejército profanará la fortaleza del templo, suspenderá el sacrificio ritual diario y pondrá allí una humillante abominación que causa destrucción.
32 El rey tratará de ganarse con halagos a los que renieguen del pacto; pero el pueblo que conoce a su Dios será fuerte y no se dejará deslumbrar por los halagos.