9 escríbelos en la puerta de tu casa y en los portones de tu ciudad.
10-11 »Cuando el SEÑOR tu Dios te haya introducido en la tierra que les prometió a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob; y cuando te haya dado ciudades grandes y hermosas que no edificaste, repletas de todo tipo de bienes con pozos que no cavaste, viñedos y olivares que no plantaste; y cuando hayas comido hasta saciarte;
12 no olvides jamás que el SEÑOR te sacó de Egipto, tierra de esclavitud.
13 Por esa razón solo al SEÑOR debes rendirle toda honra, servirlo y usar su nombre para respaldar tus juramentos y promesas.
14 »No adorarás a los dioses de las naciones que te rodean,
15 porque el SEÑOR tu Dios, que permanece contigo, es un Dios celoso, y su ira puede encenderse en contra tuya y borrarte de la faz de la tierra.
16 No debes provocarlo ni probar su paciencia como lo hiciste cuando te quejaste en su contra en Masá.