18 Tras esto, y durante otros cuarenta días y cuarenta noches, estuve delante del SEÑOR sin probar un solo bocado ni un trago de agua, porque ustedes habían pecado grandemente ante el SEÑOR, e hicieron que se enojara grandemente. Yo temía por ustedes, porque el SEÑOR estaba dispuesto a destruirlos. Pero en aquella oportunidad, nuevamente respondió positivamente a mi oración.