21 Yo, el rey Artajerjes, envío este decreto a todos los tesoreros de las provincias que están al occidente del río Éufrates y les ordeno que le entreguen a Esdras cuanto él les pida, porque él es sacerdote y maestro de la ley del Dios del cielo.
22 Le pueden dar hasta tres mil seiscientos kilos de plata, veinticuatro mil litros de trigo, dos mil cuatrocientos litros de vino, dos mil cuatrocientos litros de aceite, y sal sin medida.
23 Además, deberán darle cualquier otra cosa que el Dios del cielo pida para su templo. Después de todo, ¿por qué hemos de arriesgarnos a que la ira de Dios caiga sobre el rey y sus hijos?
24 Decreto asimismo que los sacerdotes, levitas, miembros del coro, porteros, y servidores del templo quedan exentos de todo tipo de impuestos.
25 Y tú, Esdras, debes usar la sabiduría que Dios te ha dado, para seleccionar y designar magistrados y jueces que impartan justicia al pueblo que está al occidente del río Éufrates. Si ellos no conocen las leyes de tu Dios, debes enseñárselas.
26 Cualquiera que se niegue a obedecer las leyes de tu Dios y las leyes del rey, será castigado inmediatamente con la muerte, el destierro, la confiscación de sus bienes o la prisión.
27 «Bendito sea el SEÑOR, Dios de nuestros antepasados, que colocó en el corazón del rey el deseo de embellecer el templo del SEÑOR en Jerusalén.